Primer contacto con Guantánamo

My Dormitory
Tras la vuelta de Praga, ingrese en Guantánamo. Todo parecía maravilloso hasta abrir la puerta de la futura celda en la que tendría que estar durante casi 4 meses. Ya se sabe lo bonito que son por fuera las cosas, pasillos muy largos con anchos descansillos y ventanas, zonas comunes aparentemente perfumadas, ningún ruido y un hall principal con aires de grandeza.

Sin embargo, según subías de planta las cosas cambiaban. Ruido y colillas por todas partes y lo de zona perfumada ya no existía. Mi celda era la 118, (¡qué vueltas da la vida pues en Nysa mi cuarto era la 218!).
La celda era bastante espaciosa y la tenía que compartir con un polaco. Lo primero que me llamó la atención fue el color del suelo, no perdón, el de la mierda que tapaba el suelo. Estaba tan sucio que daba asco pisarlo con zapatillas. La cama y los cajones claramente estaban llenos de polvo y pelos que no eran míos.
PERO, todo cambió cuando vi el baño. El baño estaba tan rematadamente guarro que el resto parecía limpio. Había barro, pelos y cal por todos lados. Una de la reglas de la supervivencia que he desarrollado es que tu piel no puede entrar en contacto con nada a no ser que sea cuestión de vida o muerte. Y lo que fue más traumático: había perdido las cholas. Fue durísimo.
Otra de las cosas más interesantes de mi celda era el olor. El polaco con el que comparto cuarto se había dejado el queso pegado en la tostadora, y no era de esta mañana. Según pasaba las horas el olor variaba. Tras largas horas buscando la fuente de la  que emanaba ese asqueroso olor descubrí un largo charco con musgo y pelusas gigantes entre mi cama y la pared. Dicha fuente de agua atascada cambiaba de color según avanzaba el día; empezaba por un verde musgo y acababa en marrón tierra. Y ¿sabéis como descubrí el charco de agua? Se me cayó la manta hacia un lado de la cama (el lado equivocado) y al volver a ponérmela de repente me empapé con algo. Asqueroso. Y para colmo me levanté corriendo de la cama descalzo para encender la luz. Muy asqueroso.

Al día siguiente hice el que probablemente sea el mejor writing que haya hecho en mi vida:
Topic: quejarse de las condiciones infrahumanas en las que estaba viviendo.
Numero de caracteres: 150 max.
Pocas horas después me cambiaron a una celda limpia y perfumada, con baño para mí solo y una segunda cama a modo de nada porque las camas de aquí son una mierda. Eso sí, como todo en esta vida tiene un pero: solo hay dos enchufes. 


Mi celda es la 448.

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